Cantante y percusionista de primer orden.
Julito, como le conocemos es un
músico de gran versatilidad. Un ser auténtico, fue cantante de “Los Hijos del
Rey”, y del éxito de La New York Band “Cheché Colé”, y otros grandes éxitos.
Luego se dedica de lleno a su instrumento que
realmente ama, La Tambora, donde logra ver que detrás del simple patrón rítmico
se esconde un instrumento hermoso para dejar salir todo el sentir hacia la
improvisación.
Aunque Julito como tamborero no
aprendió nada de las manos de Mario Rivera, si logró afianzar más su concepto
de que la tambora es un instrumento ilimitado, digno de engrandecer cualquier
músico apto para emprender la hermosa tarea de convertirse en un improvisador
de primera categoría.
Julito se convirtió en un investigador
de profundidad para descubrir todas sus herramientas disponibles y
hacer de la tambora un verdadero arte a la hora de tocarla.
Ha trabajado y grabado con
innumerables agrupaciones de merengue y salsa tanto en República Dominicana como en su tiempo de
permanencia en la ciudad de New York. Tiene videos para ayudar a jóvenes a
entender, aprender y amar el difícil arte de ser un verdadero percusionista.
Conocedor
de nuestros ritmos desde los procedentes de categorías folclóricas hasta los
contemporáneos aplicables a las diversas maneras de usarlas en los grupos de
merengue. Siempre dispuesto a brindar ayuda a quien lo necesite, y con el amor
necesario para engrandecer nuestra identidad musical la cual está en peligros
de extinción.
Julito es una joya viviente de
nuestra percusión, incansable luchador, profesional bien preparado, dotado de
una enorme conciencia musical abarcando el dominio de muchos géneros.
Uno de los percusionistas nuestros de mayor expansión en sus metas y sus
apreciaciones. Siempre dispuesto a dar
lo mejor de si mismo para el bien de nuestra música, con la convicción de que lo que sale a través del alma con
calidad puede ser posible mantener en alto nuestra herencia musical.
Julito, un fuerte abrazo del alma, un orgullo nuestro que nos hace sentir
honrado de escribir estas cortas líneas que salen del alma. Abrazos hermano mío,
con amor y respeto.
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