MUSIC SELECTIONS

LOS SAXOFONES - JUAN COLÓN

domingo, 23 de junio de 2013

¿A quién culpamos?

La falta de preparación musical, ¿es culpa de los gobiernos, las academias de música o de cada uno de nosotros? ¿A quién culpamos?

Lo más fácil es culpar a otros de nuestros fracasos; así los justificamos.

Pero en realidad, nuestros problemas tienen un trasfondo cultural, nuestra visión de ver las diferentes situaciones y el sentido de interpretarlas de acuerdo a nuestra conveniencia, creyendo siempre que estamos haciendo lo correcto; porque así lo consideramos y si alguien nos lleva la contraria siempre tenemos una respuesta, a veces insultando sin el menor reparo.

Creo de todo corazón que la culpa recae sobre los tres puntos señalados: Los gobiernos, no hay duda siempre han visto la música como algo no rentable para invertir, sumando a esto la falta de conciencia de nuestros funcionarios donde no ven la inversión en el desarrollo musical, tampoco como algo necesario para nuestro desarrollo como pueblo.

Las academias en sentido general tienen buenos educadores, pero estos en realidad no tienen la correcta preparación para llevar a un joven a convertirse de principiante a ser un verdadero profesional, como en los países que tienen excelentes educadores, como Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Costa Rica, por citar algunos, donde hay buenos sistemas educativos y calificados maestros para la enseñanza. No quiero con esto menospreciar el esfuerzo de nuestros educadores.

Y por último, sin que no deje de ser quizás el más importante entre los puntos señalados, es el poco sentido común del joven que tan pronto puede soplar un instrumento su máxima aspiración es entrar a un combo que le proporcione dinero y algo de fama.

Cuando logran escalar posiciones ya creen que lo saben todo; otros se preparan un poco mejor, pero al final podemos ver músicos de mucha demanda cuya preparación solo está basada en tocar merengue, dejando a un lado una base sólida para aprender a tocar varios géneros musicales.

Hace un tiempo escribimos sobre la necesidad de ampliar nuestra visión y aceptar que es de vital importancia hacerlo; crecer como seres humanos y decidirnos a buscar el conocimiento. De no hacerlo se nos dificulta adaptarnos a tocar otros géneros, porque leer lo que dice el pentagrama es una cosa y la correcta interpretación de lo leído es otra.

Seguiremos insistiendo en algo: ser preparados en un género no significa que podemos tocar otros con el mismo profesionalismo, por eso es tan difícil llamarnos profesionales.

Conozco muchos músicos nuestros de todos los instrumentos, que no pueden tocar un estándar de jazz, un bossa nova, con la armonía correcta y tampoco ser capaces de improvisar, simplemente porque no han incursionado dentro de las leyes musicales correspondientes a esos géneros tan difíciles de lograr conocerlos.

Ahora nos encontramos con la problemática de que la Salsa está en la palestra y tratamos de convertirla en un género comercial con el sello nuestro, y la demanda de grupos no corresponde a la preparación individual del músico para tocar ese género y llenar las expectativas que podamos en un mañana mostrarle al mundo salsero que tenemos un color de salsa del más alto nivel, de profesionalismo requerido.

Sólo cuando aceptemos nuestras limitaciones de orden personal, cultural y profesional lograremos entender que solo estudiando podremos adquirir conciencia para lograr el profesionalismo, dejarnos de fanatismos y sentimentalismos que no nos conducen a lugar alguno ni tampoco a ser respetados a niveles internacionales.

A músicos como Bomberito Zarzuela, Ite Jérez, Elvis Cabrera, Franklyn Vásquez, Ray Martínez, Ángel Fernández, Mario Rivera, Ricky Gonzales, por solo citar algunos, les tomó muchos años de preparación para lograr convertirse en baluartes en el mundo de la Salsa y el Latin jazz y ser tomados en cuenta para trabajos respetables. Mis respetos para estos grandes colosos.

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