DIONISIO MEJIA “Guandulito”
Por: JUAN COLON
Nacido en Higüey el 23 de Marzo del año 1911, el sobre nombre de Guandulito fue en alusión al color de sus ojos que parecían dos guandulitos verdes.
Siendo un niño sus padres se trasladaron a La Romana donde apre...ndió a tocar el Acordeón por mediación a su tío Andrés Mejía. Al llegar a la capital trabajaba como reparador de acordeones, trabajo muy mal pagado pero le permitió sobrevivir en lo que se diera a conocer como músico.
Su carrera como compositor empezó bajo el empresario Bartolo Primero, luego entra en contacto con Radhamés Aracena propietario también de Radio Guarachita con quién grabara la mayoría de sus trabajos.
Como todos los acordeonistas de su época y con anterioridad compuso merengues en alusión al dictador Trujillo, algo muy común, buscando una forma de subsistir. También lo hizo extensivo a los regímenes castrenses del país.
Una de sus composiciones que lo llevaron a la inmortalidad como compositor de música autóctona lo fue Jovinita, en alusión a su esposa Jovina Ribalde.
Podemos decir que Guandulito era un especie de costumbrista en sus composiciones, y muchas leyendas campestres las recogió haciéndolas merengue. Algunas de sus composiciones: El Cuento de la Guinea, el de Las dos Garzas, La Cariñosa, El Rebú, El Pájaro del Agua, Amores Escondidos, En los Guandules te Espero, Volvimos de nuevo, y muchas más. Se cree que compuso más de 300 merengues, de los cuales quizás una tercera parte se lograron grabar.
Luego la llegada de otros acordeonistas, Tatico Enríquez, Bartolo Alvarado “El Ciego de Nagua”, y otros hicieron mella en la popularidad de este genial músico nuestro que hizo su carrera prácticamente sin un representante real.
La comercialización de estos nuevos artistas sacaron de competencia a Guandulito, creando esto una situación económica caótica y forzándolo a vivir a una maltrecha pieza de un patio de la calle Alonso de Espinosa, en el sector de Villa Juana en la parte alta de la Capital, allí vivía en condiciones deplorables, con sus diez hijos y su idolatrada y muy amada Jovinita.
Llegué a visitarlo con cierta frecuencia porque vivía apenas tres o cuatro cuadras de su morada. Pero luego me mudé y perdí el contacto con el, no tenía claro en mi la conciencia de lo que significaba un músico de su investidura para nuestra idiosincrasia e identidad musical.
Persona jovial de temperamento alegre, pero muy recogido a la hora de estar en el medio, hombre sano de campo, sin malicia, confiaba en todo el mundo, ahí tuvo su gran error, cuando lo vino a ver era demasiado tarde.
El gobierno de turno le daba una pensión de 150 pesos, y luego le bajaron 50 pesos y ahora “sólo recibo cien, contó con amargura, como puedo vivir con eso” me manifestó un día. Dicha pensión solo tuvo una corta duración. Con un cuadro de familia tan grande esa suma de dinero no le alcanza para nada. Llegué a ir a su casa y ayudarlo a sacar su acordeón de la casa de empeño para poder ir a tocar una fiesta.
Murió en los finales de los años 70s en un hospital de la ciudad. Guandulito se fue a la tumba y al olvido, algo muy normal en nuestra sociedad. Quedando un vago recuerdo en aquellos amantes de la música típica de esos años. Sobre las regalías de sus grabaciones que siguieron sonando después de su muerte, fueron a parar a los bolsillos de aquellos que sacan provecho logrando llevarse al bolsillo los beneficios de un derecho ajeno.
Dionisio Mejía “Guandulito”, nuestra historia se galardona con su grandioso aporte a nuestra música y si hoy somos merengue es por los grandes maestros autóctonos como usted. E.P.D. nuestro amado Guandulito. Abrazos a través del amor del universo donde quiera que se encuentre.
no es ribalde es ranvaldez lose por que soy su nieta
ResponderEliminarnoes ribaldes es ranbaldez lose por que soy su nieta y yo si boy a segir sus pasos
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