Esta pregunta me la han formulado varias veces y por mucho tiempo había rehusado contestar, hasta ahora al ver la reacción de los dos últimos artículos.
Cuando se adquiere conciencia de lo que somos y de lo que no somos, logramos contestarnos a nosotros mismos ese tipo de pregunta.
No podemos seguir pensando que todos merecemos el mismo pago, ni que nadie que no sea de nosotros pueda ganar más tocando básicamente merengue, tampoco censurar a quien quiera contratar los servicios de determinado músico; son profesionales clase A por así decirlo.
Han logrado ser respetados a niveles internacionales y quien los contratan están conscientes del precio a pagar porque ya conocen de antemano la trayectoria de ese profesional.
Si logramos concientizarnos a nosotros mismos primero que todo podemos ver dos aspectos fundamentales: Calidad y Profesionalidad.
Capacidad del músico puesta a prueba por su trayectoria, siendo un artista de su instrumento con todo su esmero y su profesionalidad en los trabajos de altura y con quienes los haya realizado, son lo que le dan la preferencia en ser pagados a un precio muy por encima de la normalidad de lo que se acostumbra a pagar.
No es lo mismo un músico especializado en varios géneros musicales donde ha logrado dominarlos con amplio concepto que a un músico que solo conoce un género local.
Debemos estar conscientes de que en todas las profesiones se clasifican los profesionales, la música no es la excepción, artistas, actores, maestros de ceremonias, doctores, abogados, ingenieros, etc., etc.
Si aceptamos esas verdades, nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza y podríamos tomarlo a ellos como ejemplos de superación. Nadie se hace profesional de la noche a la mañana. Ser un músico de alto rendimiento requiere muchos años de estudio, dinero invertido, gastos de instrumentos y todo eso conlleva a exigirlo en el precio por sus servicios.
Tocar al lado de un músico de altísimo rendimiento como: Luis Aquino, Ed Calle, Paquito D’Rivera, bajistas (Benitez, Rubén) por mencionar algunos, es una verdadera escuela si lo sabemos aprovechar; son músicos abiertos a brindarnos su ayuda, cooperación, sin costo alguno.
Durante mis años de trabajo he tenido la oportunidad de compartir tarima con grandes músicos americanos y latinos de todos los instrumentos logrando aprovechar las gamas de conocimientos a mi disposición.
Abrir nuestra conciencia, nuestra mentalidad, nuestra honestidad a ver las realidades que se esconden detrás de lo que creemos ser. La superación tiene un costo muy grande, doloroso y de mucha paciencia, dejando al final grandes satisfacciones en nuestras vidas.
Aprendamos sin complejos de los grandes, ellos son los que nos trazan las pautas para robustecer nuestros conocimientos.
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