Los árboles son las partes más hermosas de la creación porque nos permiten recrearnos con sus verdores, sus hojas amarillas, marrones que van cayendo para dejar paso a la hermosura de su desnudez la cual nos lleva a contemplar uno de los más hermosos privilegios que podamos ver, la caída de una copiosa nevada.
Mientras esta cae podemos regocijarnos del poder inmenso de nuestra Madre Naturaleza, luego de su desnudez nos sublimiza el alma, el espíritu con sus infinitas muestras de colores, olores y diseños, sus hermosas flores, las cuales si te detienes a mirarla tienes que bajar tu orgullo, tu intelecto, tu grandeza y rendirte ante los pies de la inmensidad y belleza de las manos de nuestro Padre Celestial.
Ahora nos sentimos molestos porque un árbol nos cubre” la vista, la hermosura de una pieza de cemento y varillas” donde vivimos entes de una sociedad que cada día estamos más lejos de llamarnos seres humanos.
Nos molestan sus hojas verdes, sus flores, sus desnudeces, su frondosidad, su grandeza de siglos y siglos, porque las casas y edificios hermosos así lo dictan. Hemos decidido no escuchar mas su canto cada mañana, sus movimientos acariciando nuestra existencia sin pedir nada a cambio, solo déjame coexistir a tu lado nos piden cada mañana.
¿Por qué quieres deshacerte de mí?, ¿Acaso quieres ser como tu país vecino que se le acabaron sus ríos, sus fuentes, sus flores, su agricultura, su fauna?, ¿No sientes ahora que mi gran hermano El Sol quema mas tu piel?, ¿Acaso sientes indiferencia de mi?, No sabes que mi función principal es ayudarte a respirar para que vivas tu vida.
Que será de nosotros cuando nos quedemos sin cobija, sin ríos, sin sus fuentes inagotables de oxigeno, sin su verdores?
Podremos comprar todos esos privilegios con la ayuda de la “Civilización, de la Cibernética, del poder que nos concede el dinero, las posiciones, los lujos, los apellidos ilustres?, ¿Podremos crear industrias para hacer agua?
Paremos un segundo y miremos dentro de nuestro ser, si seguimos destruyendo nuestro hábitat, la ley de reciprocidad del universo se ensoñará de ti y te mostrará su infinito poder y sus leyes inmutables.
El acorde perfecto de la música solo tiene Tres Sonidos, el Poder máximo de la creación así lo confirma con su propia creación y sus grandes discursos.
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