MUSIC SELECTIONS

LOS SAXOFONES - JUAN COLÓN

martes, 24 de junio de 2014

¡Que calamidad humana!



    He visto, escuchado  y leído muchos comentarios sobre personas que por el simple hecho de no ser del el agrado de ellos  son capaces de llegar  al extremo de agredir a esa persona a niveles donde si pudieran sacarlo del medio, lo  erradicarían del universo por siempre si eso le  fuera posible.

    Lo peor , por razones simples, sencilleces, malas informaciones, se sienten con el derecho, con la autoridad de buscar la manera de acabar, aislar totalmente a dicha persona, entonces decimos ser personas con alma y corazón, sólo para conveniencias o para dizque brindar mejor servicio a la comunidad, familia,  amigos, y hermanos.

    Eso mismo pasa con los diferentes géneros musicales, no nos gustan a todos, pero eso no nos da derecho a querer exterminarlo de la faz de la tierra, todos tenemos espacio, derecho a vivirá expresarnos y cuando escuchamos algunos exponentes donde sus mensajes no estamos de acuerdo, solo me limito a no escucharlos, pero jamás a enjuiciarlos porque no soy quien para eso,  eso mismo pasa en los seres humanos, aunque no nos guste su temperamento, su carácter, su forma de pensar, de expresarse, debemos siempre pensar que todo lo negativo que vemos en otra persona es el reflejo de lo que somos en realidad.

    Nunca nuestras actuaciones van a ser del agrado total de quien esta a nuestro lado, tampoco a los que andan al acecho para denigrar al otro, tampoco aquellos que nos brindan una sonrisa pero con la espada a sus espalda, tampoco aquellos que nos miran por encima del hombro, tampoco debemos preocuparnos, todo el que descolla por sus talentos, por su integridad y seriedad como profesional es blanco eterno para recibir los dardos cargados de veneno de lo que se sienten que siente que a ellos es a quien les pertenece lo que el otro tiene  .

   Aprender a reconocer a tu vecino, a tu prójimo, a tu compañero de profesión, a tu amigo, es un arte y un deber del alma.  Ningún sueño se puede lograr en la vida en base a calumnias, a denigrar al otro, en dañarle su reputación, por el solo hecho de no gustarnos su personalidad.

   Aprendes a dar de ti lo mejor que tengas en tu ser, asi la vida te lo multiplicara con creces, pero si das veneno eso mismo con creces la vida te devolverá. Es tu elección, ya yo hice la mía hace mucho tiempo, servir, dar lo mejor de mi.

jueves, 5 de junio de 2014

Me sentí profeta en mi tierra


 Me sentí en cada alma de mis compueblanos, sus sentires cobijaron mi ser, dando sus soplos a cambio de recibir mi soplo, para contarme sus historias y decirme que estaban felices de tenerme, de coronarme, de adoptarme, de mimar mis sentires.

Sentir sus almas dándome sus néctares sobre mi ser, iluminándome con sus luces, con sus sencilleces, sublimidades vestidas de humildad, de pueblo, de memorias, viendo llorar mi alma a través del saxo, acurrucándome sin cesar, haciendo gemir mi interpretación algo grandioso mujer, ver la belleza del alma de cada uno, desde un niño hasta un anciano, decirme, Juan te Amamos, déjate acariciar, déjate mirar, somos tus guardianes, todo en una sonrisa, en un abrazo con su presencia.

Dejando que mientras interpretaba el bossa nova, Desafinado, afinaran conmigo sus amores, ayudándome afinar mi alma, cubriendo mi gemir bajo sus miradas inofensivas llenas de amor, de júbilo, de refrigerio para mi alma; recibiendo la sublimidad de cada uno de lo que allí se encontraban, del amor desde sus corazones.

Ayer me coronaron de júbilo, de mimos, de paz, de mansedumbre, de pequeñez ante la grandeza de sus corazones....inolvidable noche, donde una vez más siento que la grandeza que ellos dicen tengo ante la grandeza del amor de cada uno de ellos me quedo pequeño....bienaventurado me siento, los amaré hasta la eternidad.
 Gracias del alma a mi pueblo por hacerme sentir parte de sus entrañas, parte de su alegría, de su dolor, pero también de su sublimidad. Me sentí mimado hasta lo más profundo de mí ser. Absorbieron mi soplo y cantaron conmigo en sus almas mi melodía sublime. Gracias mi pueblo amado, inolvidable, te llevaré conmigo hasta mi último suspiro. Gracias por darme tu existir y tu esencia. Te amo pueblo Mío.