Por Juan Colón
Músicos que escuchan música como si no fueran músicos y oyentes que escuchan música como si fueran músicos.
Conozco músicos que no sienten la menor inspiración que los lleve a la superación personal cuando escuchan grandes músicos, arreglos impresionantes, orquestas maravillosas, esto es porque sus niveles de ignorancia dentro del ámbito musical no les permite aceptar la superación de otro a su lado ni en sus entornos y su capacidad de escuchar no le permite aceptar otro género como algo respetable.
Recuerdo una vez escuchar dos saxofonistas en un viaje a la ciudad de Boston hablar sobre determinada grabación donde tocaba Michael Brecker y ambos se rieron porque de acuerdo a sus juicios “el sonido de ese tipo no estaba en nada” y que jamás podría tocar un jaleo a su lado.
También un pianista joven mientras yo hablaba con un amigo sobre la necesidad de estudiar jazz con un maestro, nos interrumpió y nos dijo “para tocar jazz no hay que estudiarlo con nadie”; y tipos de expresiones así me hicieron ver definitivamente que vivíamos en el mismo mundo pero con todo totalmente diferente y que de mi parte tenía que seguir mi mundo y dejarlos que crean están en lo correcto. El respeto a lo que usted no conoce o domina es lo que le abre las puertas al aprendizaje y al éxito personal en su vida. El genial cantautor norteamericano, Bob Dylan, dijo una vez: Don't criticize what you can't understand (No critiques lo que no puedes entender). ¡Qué bien le caería esa frase a unas cuantas gentes en nuestro entorno!
Por otro lado, conozco oyentes que no son músicos, pero han logrado adquirir en base a lectura y escuchar a los grandes una gran capacidad y conciencia que los ha llevado a saber distinguir quiénes son y quienes no son y se han dedicado a conocer músicos de respeto y admiración en el mundo, también a recrearse detrás de escuchar los grandes géneros musicales que han logrado calar en sus gustos.
Esos oyentes son de mucho cuidado porque quien pretenda engañarlos se puede llevar tremenda sorpresa, ya han logrado una capacidad de captación de sonoridades diferentes y al mismo tiempo excelentes intérpretes envueltos en lo que escuchan que se han identificado en su totalidad con la música de alto nivel, estos son mas músicos que los músicos indiferentes al aprendizaje.
Yo llamo a estos últimos “oyentes exquisitos”, los respeto, los admiro porque en base a mucho esfuerzo aprendieron a escuchar música buena, y, lo más importante, a salirse del entorno de creerse que su música es la única que vale la pena escuchar.
Visitan clubes donde presentan músicos notables, compran discos, DVDs de grandes conciertos, festivales y se van nutriendo poco a poco y alimentan sus gustos, sus sueños de ver, percibir y disfrutar la música de los músicos y entienden que ver tocar un músico desarrollado es un enorme privilegio que nos permite el Creador porque la música es el idioma universal del sonido y de la libertad.
Nunca he aceptado la famosa frase “eso es lo que a la gente le gusta”, porque son los dueños de los medios los que imponen lo que se debe escuchar. Si a una sociedad ignorante en música se le toca en todos los medios bossa novas, al cabo de un tiempo lo aceptan con naturalidad, como algo normal y les gusta porque se acostumbraron a escuchar lo bueno.
Lo realmente triste es el músico que debido a su pobreza mental, se esfuerza en mantenerse dentro de su jaula musical y por ignorancia, ego y desconocimiento, no acepta nada que no pueda entender y todavía mucho peor es que se resiste a respetar a todo aquel que haya logrado salirse de la jauría y expandir sus horizontes hacia una grandioso mundo musical que nos espera tan pronto podamos romper los barrotes de nuestra jaula.
Escuchar música te abre las puertas a la libertad como individuo y a la conciencia de aprender a respetar y admirar las culturas musicales de nuestros pueblos hermanos del universo.
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