Amo la buena música en especial
Bossa Nova, el Jazz y la Clásica.
Escuchar música no solo es disfrutar hermosas interpretaciones, también es entender
y lograr encontrar el sentir del intérprete, arreglista y compositor.
Stan Getz fue el primer músico
americano que escuché tocar en 1968, un LP que me regalara el maestro Solano.
Me enamoré del estilo de este grandioso músico, luego en 1970 vengo a New York
por primera vez y ahí empecé a escuchar otros grandes músicos como Parker, Coltrane,
Rollins, Dexter Gordon, Jerry Mulligan, entre otros.
De repente estando en la casa de
Mario Rivera escucho un saxo alto que me
dejó pasmado, su sonido, estilo, elegancia, Cannonball Adderley, desde ese
instante ha sido para mí el más espectacular saxofonista de jazz que jamás haya
escuchado. Si su vocabulario es impresionante mucho más lo es su forma de
usarlo.
Esto me permitió seguir la
trayectoria y el disfrute de escuchar otros músicos de jazz, Clifford Brown,
Art Farmer, Check Baker, Al Hirt, y muchos más que me ayudaron a crear
conciencia de la gran necesidad en escuchar grandes músicos. Dentro del bossa
Nova algunos de mis favoritos, Sergio
Méndez, Gal Costa, Laurindo Almeira, Carlos Jobin, Tania Maria.
Las razones de hacerlo uno de mis
géneros favoritos son dos: Su línea melódica y su armonía lo hacen muy especiales,
en su modo de interpretarlo y hacen de este género musical una estado
melancólico dentro del contexto general de la pieza, corcovado, ipanema,
desafinado, insensatez, triste, y otras melodías que han caminado el mundo,
logrando que este género fuera aceptado por los más grandes vocalistas e
instrumentistas en el mundo musical.
Disfruto los grandes del pop y baladas,
Barbra Streisand, Celine Dione, Natalie Cole, Anita Baker. También los del
jazz, Frank Sinatra, Tony Bennett, Michael Buble, entre otros…Me gustan los
grandes clásicos, en especial los adagios de Brahms, Wagner, Pachelbel, Samuel
Barber, los escucho en mis momentos de soledad, es lo que me permite entrar en
comunicación directa con el universo.
Tengo predilección especial por las grandes mujeres
que han incursionado en el Jazz, bossa nova, y en lo clásico, donde se puede
apreciar una ternura muy sutil en la forma de improvisar, alguna de ellas,
Diana krall, Eliane Elias, impresionante su forma de tocar, Gabriela Montero,
Martha Arguerch por nombrar algunas.
Disfruto mucho la lectura en
especial de los grandes hombres como: Jesús el maestro del universo, el hijo de
Dios, también Ghandi, Budha, Krishnamurti, y otros.
Siento que el problema de la humanidad que estamos viviendo hoy día es el
vacío existencial que tenemos. Andamos envuelto en satisfacernos a través de lo
que vemos, y hemos olvidado nuestra vida espiritual. Estamos confundiendo el
crecimiento espiritual con ser o pertenecer a una religión.
Amo el silencio, a través de el
aprendo a escuchar los mensajes del Creador, las señales, y eso me permite ver
a mis semejantes con empatía, amor, respeto, sin importar condición alguna.
Mis hijos y mi compañera son de mis mayores tesoros que Dios me ha
dado, seguido mis amigos, aquellos que me han querido por lo que soy como ser
humano, lo que hemos aprendido y compartido, estos se fueron convirtiendo en
mis grandes mensajeros, maestros y maravillosos seres de luces.
Nos sentimos cohibidos de
manifestar amor, admiración, a alguien porque la sociedad nos crucifica, nos
condena y nos tildan de muchas maneras para hacernos daño, porque no seguimos
los moldes que nos trazan.
Soy un hombre premiado por la Vida,
y mi mayor anhelo es compartir lo que la vida me ha dado, ayudar a los jóvenes
de mi país Republica Dominica, que logren
concientizarse sobre la importancia de
estudiar, aprender a escuchar, y a entender que el camino del aprendizaje es
largo y nunca termina. No tengo dinero, trabajo como un mortal más por un
pedazo de pan.
He trabajado con extraordinarios
artistas, muchos dejaron en mi enorme enseñanza en especial la parte humana. Siento
que vivir en este país (Estados Unidos) es un privilegio, lleno de grandes hombres, mujeres,
profesionales que nos hacen sentir que el solo hecho de estar aquí es una
oportunidad que nos da la vida y debemos aprovecharla, para crecer, prepararnos
y compartir lo conseguido.
La vida es inmensa, hermosa,
desafiante, y llena de misericordia para cada uno, con innumerables ventanas
para alcanzar nuestros sueños. Espero en un tiempo prudente grabar un disco
donde mi alma refleje el amor hacia la música, la expresión de mi sentir, y mi
gratitud al Universo por haberme permitido ser músico.
Haber tenido la oportunidad de
conocer más de 50 países hizo de mí un hombre rico en cultura. Aprendí a
respetar y admirar las manifestaciones musicales en cada pueblo y entender las
lecciones de la vida a través de la
música, todos somos uno porque venimos de un solo arquitecto que lo hizo todo.
Anhelo que volvamos a nuestro
interior y a través de la música brindar nuestras almas y expresar nuestro amor
hacia nuestros congéneres. Creo
firmemente que la música es el segundo lenguaje del creador, el primero es el
Amor. Si logramos crear mejor conciencia todo sería diferente, cambiaria la
forma de pensar y actuar como individuos y luego como sociedad.
Amo la naturaleza, es mi aliada en mí existir, es la forma más hermosa
que me permite entrar en contacto directo con Dios todos los días. La majestuosidad
de la naturaleza me permite entrar a ella, y abrir el alma al universo, aprender las lecciones correctas que
necesitamos para crecer, para saber que somos niños en el aprendizaje de la
vida y que cada uno es maestro y alumno al mismo tiempo.
Cada uno de ustedes ha sido una enseñanza en mi ruta, me han dado su amor,
tiempo, respeto, admiración y sin saberlo me he convertido en millonario de la
noche a la mañana. Cada ser humano debe recorrer su sendero personal hacia su
superación y no hay sustitutos, ni ayudas externas, solo el Creador del Universo será la guía. Esto ha
sido parte de mi recorrido, sin ustedes no
hubiese sido posible. Me abrieron el alma, me dieron el amor puro, sin
egoísmo, sin malicia, solo han apoyado en mi sentir haciéndolo suyo también. Dios nos
dirige con amor, misericordia y paz para lograr aprender a interpretar el
acorde perfecto que solo tiene tres sublimes sonidos.