Mientras practicaba el piano repasando unos ciclos armónicos de belleza subliminal, me detuve un minuto para leer dos encabezados de nuestra amada prensa.
Uno de ellos rezaba más o menos así: Jueza desestima demanda del estado en caso Bahía de las Águilas, y en el otro decía un ex procurador lo siguiente: El pueblo no tiene derecho a juzgar o cuestionar a ningún político por corrupción.
No pude seguir mi práctica. Ante unos acordes tan desfasados como esos, mi alma no podía continuar alimentándose al mismo tiempo de una armonía subliminal como lo es la de la famosa balada Over The Rainbow (Sobre el Arcoíris).
Sentí inmensos deseos de desaparecer del planeta, de gritar a los cuatro vientos lo corruptos que somos, lo descarados que somos, lo arrogantes que somos y el mensaje de desaliento, desamor, indiferencia, que le estamos mandando a una sociedad que muere de impotencia, también de inanición física y del alma.
Por lo menos tengo el privilegio de desahogar mi frustración e impotencia detrás de mis adorados instrumentos que sin ellos mi alma hubiera colapsado también y ¿Qué de aquellos que no tienen donde desahogar su impotencia, su dolor?, solo les queda mirar porque lo han golpeado tanto que ha desaparecido su capacidad de asombro.
La armonía de la canción ha desaparecido, la melodía se esfumó detrás del alma del ser para dejar pasar el escudo de la indiferencia para poder seguir viviendo.
Las reglas de la supervivencia nos ponen dos caminos por delante a elegir, subirnos al camión blindado que manejan los corruptos o subirnos a la carretilla donde vamos los imbéciles como tú y como yo que vemos con dolor y desgarro del alma cómo robar se ha convertido en la honra de mayor dignidad para nuestra sociedad.
¿Dónde está el valor de la amistad, de la lealtad, la integridad? Ya no existe, sin saber porqué te asquerocean, te dan bola negra, te borran de su Facebook, de su correo, de su lista de teléfonos, y claro está, nunca estuviste en sus corazones, porque nunca existió tal amistad, y mucho más cuando eres un gusano más de la sociedad que apenas gana para comer miserablemente.
Si no tienes dinero eres peor que una lombriz y la sociedad ha captado el mensaje, si no tengo dinero no soy honorable, digno e íntegro. ¿Adónde llegaremos en los próximos años? ¿Seremos peores que los salvajes que existieron, o fueron ellos realmente salvajes o lo somos nosotros?
Mejor sigo practicando a ver si mi alma puede alimentarse de los sonidos armónicos del universo y tú aunque no tengas instrumento para practicar mira la belleza de una flor, escucha el canto de un ruiseñor, recibe la mirada grandiosa de tu perro, de tu gato, y nunca olvides que el alma es la única vía para recibir la misericordia del Creador, aunque te desgarre el alma, no pares de cantar, sigue armonizando tu diario vivir, algún día la justicia divina hablará.
SOMEWHERE OVER THE RAINBOW/WHAT A WONDERFUL WORLD – ISRAEL KAMAKAWIWO’OLE | IMAGINE – JOHN LENNON |
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